miércoles, 24 de agosto de 2011

Cómo Hacer el Amor

A pesar de que el llamado "acto físico del amor" es todo un arte, no es necesario ser un artista certificado con cualidades especiales para ser un buen amante.

¿Cómo hacer el amor?

Esta pregunta es hecha por miles de personas día con día, no importa la edad, el género, o el contorno que los rodea, la cuestionante sobre como hacer el amor, invade las cabezas de hombres y mujeres que buscan ser mejores en el sexo, aunque se tenga amplia experiencia en el deporte de la cama.

Tener sexo con amor, involucra una serie de aspectos que se relacionan entre sí y tienen como fin, la satisfacción mutua de la pareja en cada uno de los encuentros sexuales.

Los modales son básicos para llegar al sexo y hacer de esa experiencia algo memorable.

Los buenos modales se deben de mostrar desde la primera cita. Para ambos sexos, es siempre bien agradecido que se les trate con respeto y atención.

Es mil veces más fácil sentirse atraído por alguien que se muestra cordial hacia nosotros que con una persona que deja ver la poca importancia que la da a la situación.

Luego de que por fin se ha dado esa primera vez, es esencial que aunque, la química no llegara, los modales y el buen trato persistan hacia la otra persona.



El ambiente es otro punto esencial a considerar a la hora de hacer el amor.

Crear un ambiente romántico que incluya aromas, velas, música o un plato afrodisíaco es excelente para que ambos se entreguen al momento.

Cuando el ambiente que nos rodea sugiere algo especifico, nuestro cuerpo se deja envolver de ello, por lo que la mente y los sentidos se abren a la incitación sexual dejando que cada centímetro de piel y cada pensamiento se dejen llevar hacia la unión de cuerpos y culmine en un fabuloso orgasmo, como término de una maravillosa y excitante experiencia.

El deseo y la seducción son parte clave para hacer el amor.

Seducir a una persona y dejarse seducir por ella hace que el encuentro sexual se convierta en algo emocionante y fantasioso. La seducción hace que el cuerpo pida poco a poco la parte física del amor, y esto justamente, crea un deseo tan grande que el sexo será 10 veces mejor.

Es importante que el deseo este siempre presente antes, durante e inclusive, después del sexo. Si este complemento no existe, no podrás tener una experiencia al hacer el amor tal y como se debe vivir.

Atracción: Por supuesto que para llegar al sexo la atracción debe existir. La atracción de las dos partes involucradas representa puntos extras en cuanto al tema del amor en la cama se trata.

Para sucumbir sexualmente al amor no hay que ser egoísta, hay que pensar en la persona que nos acompaña y además hay que ser conciente de si existe o no, una sincera y real atracción hacia ella o hacia ti.

Es cierto que el romance engrandece y magnifica el sexo, lo vuelve especial y le brinda más sentimiento. Sin embargo, si este tema no existe entre la pareja, no significa que el sexo deba ser simple y sin sentido.

Para vivir gustosamente el sexo, la persona debe sentirse sensual y atractiva. Si tu pareja se siente así, tú también te sentirás mejor mientras haces el amor. Por eso, sea cual sea la situación nunca dejes de hacer sentir a tu pareja atractiva y sexy. Y tú, por tu parte, pon todas tus ganas en tratar de lucir sexy para esa persona especial que te espera en la habitación, recuerda que el que alguien quiera lucir bien para uno mismo, aumenta la autoestima y la seguridad durante el sexo.

Responsabilidad: El sexo no es para tontos. Y a pesar de que la idea del sexo tomándonos por sorpresa es muy excitante, hay que tener en cuenta que la sexualidad es algo serio y exige tanto responsabilidad como compromiso con las decisiones que tomemos con respecto a el.

Actualmente las campañas publicitarias, las amistades y la sociedad en sí, promueven en muchas ocasiones el sexo sin las precauciones que debe tener.

Las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados están a la orden del día.
Dichosamente, hoy se cuenta con muchos tipos de protección para evitar el contagio de ETS y la concepción.

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